02. Limpieza

Tanto descuidar la limpieza de tus joyas como limpiarlas incorrectamente, junto con accidentes inevitables, son los principales problemas de las joyas. La suciedad, las bacterias, la grasa y otras sustancias se acumula en nuestras joyas y deterioran la calidad de las mismas, por lo que es recomendable que se pulan y limpien cuando sea necesario. Para limpiarlas segura y efectivamente, usaremos una pequeña cantidad de jabón neutro en agua templada y la frotaremos con un cepillo suave. Los cepillos de dientes son ideales para la limpieza de joyería, debido a los detalles y huecos que de otra manera serían de difícil acceso, y puedes usar uno que esté ya mus gastado, así contribuyes al lema "Reducir, reutilizar reciclar". Si la pieza estuviera demasiado sucia, la dejaremos en remojo 15 minutos. Después de la limpieza, aclarar las joyas con agua limpia y secar con un paño limpio y suave.   Evitar usar productos de limpieza si no se sabe lo que se está usando.   Por ejemplo, podemos usar un producto lavavajillas si la pieza de joyería solo tiene el metal y gemas preciosas como el diamante, la circonita, el zafiro,... pero eso nunca lo usaremos con complementos orgánicos como la perla, el coral o las turquesas.   Otra consideración a tener en cuenta es que trabajos como el esmalte o el rodio del oro blanco requieren elementos no abrasivos fisicamente, es decir, evitar el cepillo, y secarlas de forma muy suave.